lunes, 2 de marzo de 2015

“En la Antártida te sientes como en un planeta alienígena”

En la madrugada del pasado 7 de febrero, Saunders y su compañero de aventura, el franco-británico Tarka L'Herpiniere, finalizaron un recorrido de 2.880 kilómetros por los inhóspitos parajes de la Antártida que Robert Falcon Scott no pudo culminar hace 102 años. El capitán y todos los miembros de aquella expedición Terra Nova murieron durante el regreso. “Yo no me siento un explorador al viejo estilo, sino más bien un atleta”, precisa este pionero inglés (Plymouth, 1977) que equipara el esfuerzo realizado a la ejecución de 69 maratones. Subraya, sin embargo, que “la resistencia física supone solo el 10% del reto, y el 90% restante se apoya en tu determinación. El peor enemigo está en la propia mente”. 

El escenario de la Antártida —“un desierto blanco, un horizonte plano que desorienta por la total ausencia de referencias”— puso a prueba ese desafío físico y mental a temperaturas que rozaban los 50 grados bajo cero.
 Después de escribir un libro, relatar sus experiencias en diversos foros y poner en marcha una revista para aventureros, quiere regresar a la Antártida: “Es una tierra de extremos, un paisaje de belleza impresionante pero durísimo, y con un frío que sientes que puede matarte. Un planeta alienígena en el que nos sentíamos como astronautas y que crea verdadera adicción”.

La ubicación de los polos geográficos en la Tierra.

El calentamiento global modifica la ubicación de los polos geográficos de la Tierra
20.05.13. La ubicación de los polos geográficos de la Tierra está variando a consecuencia del denominado calentamiento global. Así lo afirma un estudio científico publicado la semana pasada en Geophysical Research Letters llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Austin, Texas. La pérdida de hielo en ambos polos, sobre todo en el Norte, es la razón de dicha variación que ha sido estimada a través de este trabajo.
Según podemos leer en la prestigiosa revista científica, desde 2005 el Polo Norte se ha desplazado año a año varios centímetros al Este como consecuencia de la fusión de hielo en Groenlandia.
En los años anteriores, entre 1982 y 2005, dicha variación fue sensiblemente menor: el Polo Norte se movió hacia el Sureste (acercándose al Norte de Labrador, Canadá) a un ritmo de 2 milisegundos de arco (6 centímetros) por año.
Pero desde 2005, coincidiendo con la etapa más cálida de los últimos años en la Tierra, el Polo Norte viró hacia el Este, hacia Groenlandia, a un ritmo de algo más de 7 milisegundos de arco por año. Es decir, una tasa 4 veces mayoral anterior ciclo.
El hecho de que la ubicación de los Polos varíe no es un hecho excepcional, se sabía desde hace tiempo que es un proceso lógico pues la Tierra es un Planeta dinámico y las condiciones climatológicas tienen un gran peso en esta evolución.